Hablemos de lo que no se habla

Hablemos de lo que no se habla

Chi-Chi X La Caravana Roja

¡Bienvenidas mujeronas y personas cíclicas!


Queremos dar inicio a este CICLO DE ARTÍCULOS donde MadeinMaina y La Caravana Roja nos unimos para plasmar y ofrecer una fotografía panorámica de todo lo que implica ser menstruante y cíclica.


La menstruación, como toda palabra tabú, tiene nombres mil: “regla”, “menstru”, “luna”, “estar malita”, “esos días”, “la amiga”, “la prima”, “caperucita roja” y un largo etcétera de palabras sustitutivas para no escandalizar(nos) a nadie, seguro que no os estamos descubriendo nada nuevo.
 
Tenemos siempre un buen sinónimo para nombrarla y entendernos entre nosotras. Sin embargo, se nombre como se nombre, ésta suele venir cargadita de mitos y prejuicios: “tener la menstru duele”, “huele mal”, “es una putada”, “no puedo tener sexo”, “es señal de no estar embarazada”, “me desangro”, “no debo mancharme”, “es un deshecho”, “me paso el día llorando”, “el dolor se quita con paracetamol”, “la pastilla anticonceptiva es la solución a los dolores”, “no puedo hablar de menstruación con mi pareja”, “no puedo hacer mayonesa”, “estoy loca o depresiva”, y más barbaridades que todavía arrastramos y reproducimos por falta de conocimiento e información.


¡PERO NO OS PREOCUPEIS! ¡ABRACADABRA, TENEMOS LA FÓRMULA MÁGICA A TODAS LAS DUDAS Y DESCONOCIMIENTO ASOCIADO AL CICLO MENSTRUAL!


Si por algo hacemos esto, es para dejar atrás todos los mitos, falsas creencias, estigmas y prejuicios. 


¿Que cómo lo haremos? Te preguntarás. ¿Cuál es esa fórmula mágica, brujería? Sí hermanas, de brujería se trata, ¡Y DE LA BUENA!.


Lo hacemos investigando, leyendo, tejiendo redes, sintiéndonos, compartiendo, formando parte y difundiendo el precioso mensaje que persigue el movimiento de cultura menstrual: 


“Menstruar es signo de salud y vivir conscientemente el ciclo menstrual nos abre una puerta al autoconocimiento, nos invita a escucharnos, a sentirnos, a entendernos y a querernos más y mejor.”


A través de estos artículos pretendemos expandir estos conocimientos y sabiduría (ya que es un derecho, el acceso a esta información) y que todas seamos pequeñas expertas de algo tan básico y natural como lo es ser menstruante.


El enfoque de este primer artículo es a modo “ubicaina”. Tocaremos por encima algunos de los temas más básicos sobre el ciclo menstrual, para ponernos en contexto (sepamos lo que sepamos sobre ella) y así poder introducir poco a poco temas y aspectos más específicos en los próximos artículos. Al ser información genérica pasaremos detallitos por alto (no te preocupes, no estás perdida, ni lo vas a estar) en cada artículo apretaremos más y más en detalles, y esperamos hacerlo de manera clara y concisa, para llegar a cuantas más, mejor.


Así pues, entrando ya en materia, iniciaremos visibilizando y concibiendo el ciclo menstrual COMO UN TODO. El ciclo menstrual no es únicamente el momento de sangrado (fase más escandalosa). Éste consta de 4 fases bien distintas: menstruación, pre-ovulación, ovulación y pre-menstruación.

 

 

En sí, a nivel físico interno cada una de estas fases se distingue por la posición o recorrido que hace el óvulo en el aparato reproductor femenino y todo lo que ello requiere: que el óvulo madure, salga del ovario, que se cree la capa del endometrio que luego se desprenda y abandone el útero en forma de sangre, etc. Todo ello sucede gracias al juego hormonal de los estrógenos y la progesterona. Dos hormonas bien presentes y juguetonas que provocan cambios constantemente.

 

Estas hormonas, a nivel emocional y físico externo también tienen una gran influencia sobre nosotras. No estamos locas, hay fases en las que nos relacionamos más desde la sensibilidad, cansancio, a veces desde la creatividad y la energía, otras en las que estamos más intuitivas o limitantes y todo ello surge debido a los cambios que transita nuestro organismo interno. Cambios regidos por el juego hormonal interconectado con los hemisferios de nuestro cerebro (parte creativa vs. parte racional) y los cambios que experimentan nuestros órganos como consecuencia de tal movimiento: ir más veces al baño, estar más hinchada, sentir los músculos más cansados, etc. 

Por esta complejidad y mucho más, es por lo que nos referimos al ciclo menstrual como un todo, contemplándolo de manera integral, holística y transversal en nuestro día a día y en nuestro ser al completo (nosotras como personas individuales, nosotras a la hora de vivir nuestras emociones, en relación a nuestra forma de vincularnos, en relación a cómo habitamos el entorno, etc.)


A nivel espiritual o energético, cada fase del ciclo también se relaciona con un arquetipo que nos orienta a la hora de entender la energía que transitamos durante esos días. Los arquetipos son imágenes o símbolos que compartimos en el imaginario colectivo, determinados así por ser energías o sensaciones comunes en una gran mayoría. Tenemos a la madre, la bruja, la anciana y la doncella


Y de la misma forma, atribuimos una fase lunar (la luna llena, nueva, creciente y menguante) y una estación del año (verano, otoño, invierno y primavera) a cada fase del ciclo por la semejanza de intensidad, energía, inspiración, cansancio, introspección, etc. 

 

 

Hay otros factores externos a las hormonas que también afectan a nuestro ciclo menstrual, como lo es la alimentación, la capacidad de gestión de las emociones, el ejercicio físico, el estrés, los hábitos de recogida de la menstruación y nuestra concepción sobre ella, etc. ¿Parece una locura, verdad?


Como podéis ver, el ciclo menstrual abarca tantísimo que el aprendizaje se presenta constante. 

¿Por qué hemos tardado tanto en darnos cuenta o por qué nos llega toda esta información interesantísima ahora?

Porque los señores patriarcado y capitalismo se han dedicado a desvincularnos de nuestros cuerpos. Porque nos quieren ignorantes y dependientes. Porque la cultura menstrual (que siempre ha existido y se ha tratado de invisibilizar) ofrece todo aquello que ellos han estado siglos evitando: que tengamos el control y conocimiento de nuestro cuerpo, poder de decisión, consciencia de nuestras emociones y un largo etcétera de sabidurías ancestrales que quisieron arrebatarnos pero no han podido, porque estos conocimientos están siendo rescatados y puestos en valor como símbolo de salud, para volver a empoderarnos, reconectar con conocimientos tradicionales y ancestrales, ser autónomas y vivirnos sanas y fuertes, en definitiva, expansivas y sororas. 

¡Así que allá vamos! A adentrarnos y conocer nuestro cuerpo, nuestro ciclo menstrual  y  toda la información valiosa  que tiene para ofrecernos.

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Sara Antler,
para MadeinMaina.

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1 comentario

  • Me ha encantado la explicación de las 4 fases y descubrir lo poco que sabemos sobre nuestra gran compañera de vida, la gran desconocida menstruación. Gracias

    Fina

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